Yo soy técnico. Así es, pues salí del Liceo Industrial de Talca con el título de técnico en construcciones metálicas, herramienta con cual comencé a trabajar para salir adelante y ganarle a la vida. No pude seguir estudiando porque trabajaba muchas horas al día, y los tiempos no me daban, además comenzaba mi responsabilidad como padre de familia, así que trabajar era el único camino para darles una buena calidad de vida a mis hijos.

El comienzo fue difícil, como es el día a día para la mayoría de los chilenos, pero con trabajo y esfuerzo logré salir adelante, lo que me permitió también con el tiempo llegar a ser alcalde de Talca y ahora senador por la Región del Maule. ¿Por qué les cuento esto? Se preguntarán… Se los digo porque creo que es necesario darle el valor que se merece a la educación técnico profesional en Chile, y demostrar que un técnico no tiene límites para crecer.

Por eso dije que sí en el Senado en la votación por la gratuidad a la educación técnico profesional para Chile. Siento que es sumamente importante potenciarla, ya que el país no solo necesita de profesionales universitarios para crecer, sino que de personas técnicas con ímpetu y ganas de ser mejor y de hacer las cosas bien. Dejar fuera de la gratuidad a este tipo de educación demostraría que no estamos en sintonía con la verdadera realidad del país.

Debemos entender que todos quieren surgir y, justamente, las familias más humildes son las que optan por las carreras técnico profesional para adquirir conocimientos, porque son más cortas y se pueden complementar con sus trabajos. Hoy en día los técnicos cuentan con plazas laborales parecidas en cantidad a las carreras profesionales. Por eso es primordial que la gratuidad también esté contemplada en esta área de la educación.

Yo salí con un título técnico del liceo, pero la mayoría egresa de la educación secundaria sin ese grado, y tal como en mi caso luego forman su familia y no pueden seguir estudiando por las responsabilidades que se van adquiriendo. Para muchos puede ser una solución la educación técnico profesional, pues como dije anteriormente, se puede complementar de mejor manera con el oficio que realiza durante el día a día. Por eso yo digo sí a la gratuidad en la educación técnico profesional.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *