Hace algunos años, no muy pocos la verdad, tomé la decisión de emprender, de armar mi propio negocio. No fue fácil dar el paso, de hecho ahorré durante mucho tiempo para poder dar el salto a la independencia. El camino en un comienzo fue muy difícil, pues como les pasa a muchos emprendedores en la actualidad, me pillaba la máquina, y no podía cumplir con mis compromisos, porque a mí no me pagaban en un plazo prudente.

Gracias a Dios conocí a gente muy buena que siempre me tendió una mano, y con trabajo y esfuerzo pude salir adelante y convertirme en un gran empresario. Por qué les cuento esto, se preguntarán… Se los comento porque lo que acaba de pasar en Chile, a mí parecer, es un momento histórico. Ya se promulgó la Ley de pago a 30 días, lo que permitirá dar mayor seguridad a los emprendedores, a las pymes de Chile. Este es un paso para la igualdad de competencia, y para seguir fomentando el crecimiento económico del país.

Hasta ahora era una realidad que las grandes empresas no pagan a tiempo, esto produce un dilema económico tremendo en quienes no reciben su pago en un plazo decente. En cierto modo, el grande se aprovecha del trabajo del más chico, pasando a llevar las ilusiones de quienes ponen el corazón en un proyecto de vida. Eso se acabó.

Chile se pone en marcha no es solo una frase, es una realidad. Y cómo no, si esto beneficiará a más de un millón de pequeñas y medianas empresas, a tantos emprendedores que vieron truncados sus sueños por no contar con el capital a tiempo para cumplir con sus compromisos. Con esta ley se acaba el llamado “bicicleteo”, ese que tantos dolores de cabeza trajo por años a quienes han tenido sus sueños puestos en un emprendimiento.

El Presidente Sebastián Piñera ha sido claro, y de no respetarse los pagos en 30 días, se aplicarán intereses a las empresas. Esto ratifica que para este gobierno la clase media es uno de los principales ejes: proteger los intereses de quien instaló una panadería en el barrio, de quien sueña con hacer crecer su taller mecánico o de confección de ropa, y así tantos ejemplos de emprendimiento, historias de gente esforzada, de personas que sueñan día a día con ganarle a la vida.

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